Como suele decir Richard Branson, fundador del grupo Virgin con más de 360 empresas: “Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes.” Y la verdad que a Richard no le ha ido nada mal en los negocios.

Todo lo que ocurre en nuestra empresa es fruto del trabajo, bueno o malo, de las personas que la forman.

Por este motivo, si queremos que funcione bien nuestro bar, restaurante u otro establecimiento hostelero hay dos puntos clave que debemos tener en cuenta:

1) Elegir a los empleados adecuados. Personas honestas y responsables, con una actitud positiva, y los conocimientos y experiencia necesarios para las tareas que les van a ser encomendadas.

2) Crear el entorno adecuado y motivar a nuestros empleados para que puedan dar lo mejor de sí mismos.

En primer lugar, una buena elección de nuestros empleados es fundamental. Aquí es donde buscocamarero.es te ayudará para que encuentres a los candidatos más adecuados. Ten claro qué requisitos mínimos necesita tu candidato o candidata para desempeñar con éxito las tareas que va a realizar. Después consulta sus recomendaciones para contratar personas de confianza.

Una vez que hayas elegido a esas personas que pueden hacer grande tu negocio, tienes que trabajar para mantenerlas motivadas y crear un entorno donde puedan desarrollarse. Pero, ¿cómo hacer esto?

Afortunadamente, Frederick Herzberg desarrolló su “Teoría de los dos factores”. Según esta teoría hay 2 tipos de factores que debemos de tener en cuenta a la hora de motivar a nuestros empleados: factores de higiene y factores de motivación.

Los factores de higiene son aquellos factores que, mal gestionados, aumentan el descontento de los empleados. Estos mismos factores, una vez que estén bien gestionados, no van a aumentar la motivación a largo plazo. Estos son los primeros factores que debes trabajar para poder establecer una base sólida para trabajar la motivación: salario y condiciones de trabajo adecuadas, trato del jefe, relaciones entre los compañeros, seguridad laboral y compatibilidad con la vida personal.

Si los factores higiénicos los estás manejando adecuadamente, tus empleados no estarán descontentos. Ahora, desde esta base, es el momento de motivarles. Aquí entran en juego los factores de motivación como el reconocimiento del buen trabajo, el aumento de responsabilidades otorgadas y el potencial de crecimiento dentro de nuestra empresa.

Sobre todo, escucha a tus empleados. Si les prestas atención, podrás descubrir cómo hacer que brillen junto con tu negocio.

¡Buen servicio!